Te miro fijo y me sonreís

Hay un momento entre vos y yo
que se esconde
que vive y muere
que me estremece
que me desvela
me inquieta
me asusta
me atrapa y me atrapa y me atrapa.
Hay cosas que no vuelven a pasar porque se desvanecen sin nacer.
Y es fácil olvidarte porque nunca te tuve
pero me gusta recordarte...
Como suena tu nombre como canción de cuna
como susurro del viento
como caramelos de miel
como tormenta de verano.
Como suena tu nombre
como desdén
como ausencia y temores.

El tesoro que no ves
La inocencia que no ves
Los milagros que van a estar de tu lado
Cuando comiences a leer de los labios
Y a ignorar los embustes y gustar
Con tu lengua de las aguas que son dulces
Aunque te sientas mal
Si no hay amor que no haya nada entonces, alma mía
No vas a regatear!

Un hermoso día el de hoy! Ay! Qué bello día es hoy! Está para desatar nuestra tormenta
Que va a tronar por el dolor Juegan a "primero yo" y después a "también yo" Y a "las migas para mí" y cierran el juego porque ya saben que... el tonto nunca puede oler al diablo (vida mía!) ni si caga en su nariz

Esa mancha que está allí... Por allí... en el suelo! allí! Y en tu bella cicatriz Parece sangre y sin embargo sonreís


Con tus dolores allí nomás, sin vida Con tu sangre en el suelo...

Me cansé de jugar

Voy a descubrirte
voy a meterme en los pliegues de tu alma.

Yo quise acariciar tu alma...

Cuento hasta cien, hasta mil, cuento y recuento y vuelvo a repetir números y palabras y esperanzas.

Y ya tengo frío, veo asomar tímido al invierno con sus tormentas, veo llegar las nubes, el viento.
Y yo sigo en mi lugar, firme como un soldadito esperando la batalla.

Y tanto jugar a las escondidas que me cansé de contar,de buscar rincones vacíos, de pensarte necesariamente urgente en mi vida.

Voy a descubrirte y dejar frente a mí tu alma seguramente insegura.

Voy a jugar con tus dudas, como vos con mis certezas.

Se equivocaban mis certezas.

Y me voy a alejar mirando al cielo.

Y así, una mañana vas a huir solito de tu escondite y vas a encontrar la pared vacía,

ya sin mi sombra esperando el momento de buscarte,

ya sin mis ansias,

ya sin mis pasos,

sin mi asombro,

sin caramelos ni chupetines...

ArTeMiSa EsCriBe CaSi ToDoS LoS DiaS...

Ella vive encerrada en una prisión de barrotes invisibles,
Sale al mundo sintiéndose una extraña entre tantos rostros.
No encuentra la forma de escapar, no sabe huir sin esa mano que la guíe.
Ella va a buscar infinitamente la magia, el asombro, la esencia pura de quien la tome por la cintura y la lleve a volar por sus sueños, sueños de plenitud y entrega, sueños de pertenecer, ser de ese alguien que la quiera tener solo para él, así sin mas, sin el temor al fracaso, sin la rutina diaria que todo lo tiñe de hastío.

Es sábado,
fumo a oscuras sin saber de nadie,
prendo otro cigarrillo y lo pongo junto al mío en el cenicero…
Ya no estoy sola.
Me acompañan fantasmas,
Mi muñeca de cuando era chica
Mi vestido de cumpleaños feliz y papás sonrientes
Mi llanto de mentira para conseguir caramelos
Mi caída en la esquina de casa para esconderme antes de que terminen de contar
Esos amigos de la infancia que ya no veo pero recuerdo
Las trenzas que lucía contenta cuando iba al colegio…

Ya no estoy sola,
Me acompañan los silencios
El silencio de la otra noche, cuando debí decirte que me habías regalado vida,
que me estremecí entre tus manos.
El silencio de las miles de preguntas…

No estoy sola,
me acompaña mi alma…

Artemisa esa noche durmió abrazada a la almohada,
despertó a medianoche con una valija llena de caricias,
con la urgencia de dejar besos salpicados por todos los rincones.
Recorrió la casa en penumbras y se arrodilló frente a su ventanal imaginario.
Tomó su cuaderno de hojas amarillentas y suspirando escribío:

Dale,
vení a derramar estrellas a mi cama.
Vení pronto.
Podés marcharte antes que nazca el sol
y olvidarme si queres por la mañana.

Vení a mostrarme un rato tu mundo

Y yo prometo no enamorarme…

Voy a dejarte miguitas de pan



PARA QUE SIEMPRE ME ENCUENTRES
CUANDO SE TE OCURRA BUSCARME...